Rafael Romero y Barros (Moguer, 30 de mayo de 1832 - Córdoba, 2 de diciembre de 1895) fue un pintor español. Cursa estudios en Sevilla estudiando Latinidad y Filosofía entre los años 1844 y 1847. Su aprendizaje de la pintura lo inicia con el paisajista sevillano Manuel Barrón y Carrillo, junto con los hermanos Valeriano Bécquer y Gustavo Bécquer.
En 1862 marchó a Córdoba para dirigir el Museo Provincial de Pintura. Fundó la Escuela de Música y de Escuela Provincial de Bellas Artes, organizando y dirigiendo además el Museo Arqueológico. Fue un autor prolífico escribiendo numerosos artículos que publicaba en la prensa diaria y en diversas revistas especializadas.
Fue maestro de una gran cantidad de artistas cordobeses como sus hijos Rafael, Enrique y Julio Romero de Torres, Mateo Inurria, Hidalgo de Caviedes, Villegas Brieva, Tomás Muñoz Lucena, Juan Montis, Serrano Pérez, y una larga lista de once de orfebres y artesanos que vieron un renacimiento en la nobleza de sus oficios al recibir la savia del humanista y enciclopédico saber del maestro moguereño.
Debido a su nivel cultural, así como a su conocimiento de la realidad social, tomó parte activa en la Asociación de Obreros Cordobeses, ocupando el cargo de Secretario hasta su muerte.
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Rafael Romero y Barros (Moguer, 30 de mayo de 1832 - Córdoba, 2 de diciembre de 1895) fue un pintor español. Cursa estudios en Sevilla estudiando Latinidad y Filosofía entre los años 1844 y 1847. Su aprendizaje de la pintura lo inicia con el paisajista sevillano Manuel Barrón y Carrillo, junto con los hermanos Valeriano Bécquer y Gustavo Bécquer.
En 1862 marchó a Córdoba para dirigir el Museo Provincial de Pintura. Fundó la Escuela de Música y de Escuela Provincial de Bellas Artes, organizando y dirigiendo además el Museo Arqueológico. Fue un autor prolífico escribiendo numerosos artículos que publicaba en la prensa diaria y en diversas revistas especializadas.
Fue maestro de una gran cantidad de artistas cordobeses como sus hijos Rafael, Enrique y Julio Romero de Torres, Mateo Inurria, Hidalgo de Caviedes, Villegas Brieva, Tomás Muñoz Lucena, Juan Montis, Serrano Pérez, y una larga lista de once de orfebres y artesanos que vieron un renacimiento en la nobleza de sus oficios al recibir la savia del humanista y enciclopédico saber del maestro moguereño.
Debido a su nivel cultural, así como a su conocimiento de la realidad social, tomó parte activa en la Asociación de Obreros Cordobeses, ocupando el cargo de Secretario hasta su muerte.
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