Denominada también “del Portichuelo”, es una torre nazarí del siglo XV. A pesar de que no sigue muchos de los patrones de sus homónimas, esta no es tan estilizada como las demás y con sus 9 metros de altura y un ligero escarpe, tiene un aspecto troncocónico.
Posee un cuerpo macizo a base de mampuestos irregulares de piedra. La cámara del vigía está en la parte superior, a la que se podía acceder indistintamente por los dos vanos que posee a unos seis metros de la base tanto al norte como al sur. La puerta norte está conformada por unas jambas y un pequeño arco de medio punto de ladrillo rojo.
La cámara, de pequeñas dimensiones, posee una escalinata en la pared que da acceso al hollado de la torre, desde donde se hacía la vigilancia y el rebato con las almenaras en caso de peligro. La terraza posee un pretil alto bastante deteriorado. En su origen, disponía de cuatro ladroneras o matacanes orientados a los cuatro puntos cardinales, apoyados sobre un par de ménsulas de piedra cada uno.
La inclinación de unos 18º que posee la torre en la actualidad, se debe a que sus cimientos, poco profundos, se realizaron sobre la misma arena de la playa y las regresiones del mar y los fuertes vientos de poniente la hicieron torcerse.
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Denominada también “del Portichuelo”, es una torre nazarí del siglo XV. A pesar de que no sigue muchos de los patrones de sus homónimas, esta no es tan estilizada como las demás y con sus 9 metros de altura y un ligero escarpe, tiene un aspecto troncocónico.
Posee un cuerpo macizo a base de mampuestos irregulares de piedra. La cámara del vigía está en la parte superior, a la que se podía acceder indistintamente por los dos vanos que posee a unos seis metros de la base tanto al norte como al sur. La puerta norte está conformada por unas jambas y un pequeño arco de medio punto de ladrillo rojo.
La cámara, de pequeñas dimensiones, posee una escalinata en la pared que da acceso al hollado de la torre, desde donde se hacía la vigilancia y el rebato con las almenaras en caso de peligro. La terraza posee un pretil alto bastante deteriorado. En su origen, disponía de cuatro ladroneras o matacanes orientados a los cuatro puntos cardinales, apoyados sobre un par de ménsulas de piedra cada uno.
La inclinación de unos 18º que posee la torre en la actualidad, se debe a que sus cimientos, poco profundos, se realizaron sobre la misma arena de la playa y las regresiones del mar y los fuertes vientos de poniente la hicieron torcerse.
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